jueves, 21 de enero de 2010

Motor con telarañas

No me llevo francamente bien con los personajes de mi/tu novela. Ninguno de ellos me parece una persona interesante a primeras y tendré que hacerles surgir talentos que ni ellos conocen o realidades compasivas o graciosas que el lector del metro agradezca y no condene al librito a la dictadura del polvo.
Aparte, tendré que hacer aparecer algún personaje que sí sea un poco triunfador, no de status, sino de conquistas a la vida. Después lo de siempre, también tendrán sus sombras y lados negros, pero se les perdona más a este tipo de personas.
Ya sabéis mi método, escribo lo que me apetece, lo que me da gusto, y una parte de mi cerebro ya se encarga de hacer los retoques inmediatos para que igualmente siga habiendo un departamento de calidad y coherencia en la factoría.
Mi modelo de novela es ninguno, porque nunca me han gustado y leído bien pocas, sólo David trueba se aparece en la cabeza para determinados temas como referente.
¿Acabaré algún día esta novela? ¿Será Nacho el verdadero nombre del centro narrativo hasta el momento? ¿Conseguiré eliminar a un protagonista principal sin matarlo ni vacacionarlo, simplemente por intrascendente, sabré hacer esa magia?
Bueno, esta nueva fuerza motriz en la novela sale de haber oteado a algún novelista de una forma más cercana, algo raro como un gazpacho de costillas. Ya me entenderéis ;)